LOS MOVIMIENTOS DEL BEBÉ: ¿SABIAS QUE LOS BEBÉS QUE SE MUEVEN MUCHO EN LA PANZA SON BEBÉS SANOS?

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LOS MOVIMIENTOS DEL BEBÉ: ¿SABIAS QUE LOS BEBÉS QUE SE MUEVEN MUCHO EN LA PANZA SON BEBÉS SANOS?

LOS MOVIMIENTOS DEL BEBÉ: ¿SABIAS QUE LOS BEBÉS QUE SE MUEVEN MUCHO EN LA PANZA SON BEBÉS SANOS?

Si tu bebé se mueve mucho en la panza, es una buena señal, pero es importante entender el porqué de los movimientos y cuándo esto puede convertirse en un factor preocupante.

El embarazo es un período de muchos cambios en el cuerpo de la mujer y, en especial, descubrimientos sobre la vida del bebé.
Durante los primeros meses, cuando la panza no es tan grande, es normal que el bebé empiece a decir “hola, aquí estoy” a través de patadas y movimientos intensos, ilusionando a los padres con la vida que se avecina.
Sin embargo, cuando el bebé se mueve mucho, los padres comienzan a preguntarse si esto es normal o saludable. Para conocer a tu pequeño en este momento, debes comprender cada movimiento y lo que significa.

¿Cuándo comienzan los primeros movimientos?

No te preocupes si estás embarazada de unos meses y aún no has sentido que tu bebé se mueva. Aunque no puedas sentirlo, el bebé se mueve en la panza a partir de la séptima u octava semana de embarazo.
Sin embargo, como aún queda suficiente espacio en el interior, la sensación pasa desapercibida.
Si este es el primer embarazo de la madre, es probable que experimente algo similar a los movimientos intestinales. En realidad, se trata de que el bebé se está moviendo.
Para algunas mujeres embarazadas, es como si el estómago estuviera “gruñendo” o tuviera gases. Sin embargo, a medida que el feto crece, las madres van comprendiendo que, desde el principio, era el futuro miembro de la familia quien decía “¡hola!”.
Generalmente, las mamás notan los movimientos entre la decimosexta y la vigésima semana. Esta variación se produce especialmente por factores como la posición de la placenta detrás del ombligo y la presencia de líquido amniótico, el que envuelve y protege al bebé.
Si la placenta está en la parte anterior del útero (al frente), puede actuar como un almohadón y amortiguar los movimientos del feto.
Además, si la espalda de tu bebé está contra la parte delantera del útero, es probable que tampoco sientas los movimientos, ya que sus brazos y piernas están lejos de tu vientre.

¿Qué son los movimientos del bebé?

Las anheladas patadas del bebé, que hacen que la madre sienta literalmente la vida que lleva dentro, no suceden por casualidad. Estas acciones se conocen como "movimientos fetales" y están relacionadas con la oxigenación del bebé.
Es importante recordar que en el útero no hay oxígeno; por lo tanto, el bebé recibe este componente a través de la sangre de la madre, y cuando se mueve es un fuerte indicio de que la oxigenación está al día, así como la nutrición del feto.

Entonces, ¿qué quiere decir cuando el bebé se mueve mucho en la panza?

¿Un bebé que se mueve mucho es saludable?, ¡sí!
Los médicos dicen que todo este movimiento es el resultado de una buena oxigenación y nutrición. Sin embargo, no te alarmes si tu pequeño está más tranquilo, ya que esta situación también es completamente normal.
Algunos expertos explican que, además de los sonidos y las vibraciones, cualquier tipo de alimento puede influir en los movimientos de los bebés, ya que llegan a través del cordón umbilical, convirtiéndose en glucosa, sustancia que estimula la actividad gástrica.
De esta forma, los alimentos más dulces (con más glucosa) generan mayores estímulos gástricos y, en consecuencia, más movimientos del bebé.

Mulher apreciando o desenvolvimento do feto.

A pesar de que el bebé se mueve mucho dentro de la panza, es bastante probable que, al principio del embarazo, solo se mueva de lado a lado, y de adelante hacia atrás.
La novena semana de embarazo, comienzan a chuparse el dedo, hipear, llorar y mover los pies y las manos.
La décima semana es cuando el bebé empieza a estirarse, mover la cabeza, abrir la boca y llevarse la mano a la cara. A partir de ahí, el pequeño se agita más, incluso dando patadas más fuertes.
La decimoquinta semana puede dar patadas, hacer movimientos bruscos e incluso codazos. Es como si el bebé estuviera bailando dentro. Generalmente, tales acciones ocurren de manera espaciada; después de todo, en todo este ajetreo y bullicio, es necesario un tiempo de descanso.
Entre las semanas 24 y 29, el espacio dentro del vientre de la madre se reduce considerablemente, agitando aún más al bebé, que es estimulado por sonidos musicales externos o simplemente por la voz de los padres.
Con esta reducción, es normal que los movimientos sean tan bruscos como para causar algo de dolor a la madre.
En la recta final, en torno a la semana 36 de gestación, llega el momento en que el bebé comienza a encajarse de salida. Se moverá con más frecuencia, y aquí es fundamental que la madre se dé cuenta de lo siguiente: si el bebé ha disminuido el nivel de movimiento con respecto a las semanas anteriores, es señal de que se está preparando para el parto.
La reducción del movimiento ocurre porque el bebé encaja en la región pélvica de la madre unos días antes de la fecha prevista. Recordando que este ajuste puede variar de bebé a bebé.
Además, la posición también será un factor determinante a la hora de determinar el tipo de parto a realizar.

¡Estimula a tu bebé para que se comunique con vos!

Hay 6 maneras de estimular al bebé para que se mueva en la panza de la mamá; uno de ellos es la comida. Como ya hemos dicho, comer alimentos con una cantidad relativamente alta de glucosa proporciona más energía para que el pequeño se mueva.
Sin embargo, tené cuidado con la comida durante el embarazo y el exceso de dulces.
Además, es importante invertir en estímulos sonoros. ¿Cómo? ¡Hablando con tu bebé! No hay una mejor manera y más íntima de hacerlo, porque desde el vientre reconocerá la voz de la madre, además de ayudar al desarrollo de su lenguaje y en la comunicación con los padres. Así que háblale, cántale, y cuéntale historias.
Otra buena opción es ponerte unos auriculares en la panza con música tranquila. Esto, sumado a la evolución cognitiva, ayuda a relajar al bebé.
¿Queres llamar la atención de tu bebé? Da ligeros toques y acaricia la panza, para que pueda sentir tu presencia.
Un consejo más: hace ejercicios en el agua. Esta práctica hace que las madres se relajen, haciendo que el bebé esté aún más cómodo y estimulado para moverse en la panza como quiera, ya que el agua alivia el peso y la presión sobre el peso de la mujer.
Por último, llevar algún punto de luz en la barriga, con la ayuda de una linterna, también puede ser bastante efectivo, ya que alrededor de la semana 22 y 26, el bebé ya puede distinguir la luz de la oscuridad.
Entonces, cuando vea la luz, probablemente se mueva.

Grávida realizando ultrassom

Exámenes de ultrasonido

¿Tu bebé no se mueve o se mueve poco? Es aconsejable analizar cada situación.
Como te comentamos, hay bebés realmente más tranquilos, que no se mueven mucho en el vientre. Sin embargo, esto no significa que sea menos saludable o que tenga algún problema.
Hay bebés que se mueven y patean con más suavidad, por lo que es posible que las madres ni se den cuenta.
Otro punto importante -en el caso de los bebés que se mueven mucho- es la frecuencia de los movimientos (no confundir con intensidad). Para que sean sanos, la frecuencia debe estar espaciada en un intervalo menor a 12 horas.
Sin embargo, si las madres no pueden sentir el movimiento de su bebé bajo ninguna circunstancia, se recomienda consultar al obstetra y realizar algunas pruebas para entender qué está pasando.
Algunos factores externos y relacionados con la madre pueden afectar el movimiento de los bebés.
Por lo general, la falta de oxígeno y nutrientes, el estrés, los problemas para dormir y la insuficiencia placentaria son algunas de las causas que hacen que el bebé deje de moverse en la panza.
Además, la restricción del crecimiento fetal, las infecciones intrauterinas y la amenaza de parto prematuro también pueden explicar la reducción de los movimientos. Por lo tanto, es imprescindible que te realices exámenes.

Gestante sentindo o bebê na barriga

Cuidado con agitarse demasiado y la diabetes gestacional

Las mujeres embarazadas a las que se les diagnostica diabetes gestacional deben estar aún más atentas a cada movimiento de su bebé.
Durante el embarazo, se producen adaptaciones en la producción de hormonas maternas para permitir el desarrollo del feto. La placenta es una importante fuente de hormonas que reducen la acción de la insulina, responsable de la captación y utilización de la glucosa por parte del organismo.
Ante esto, el páncreas materno aumenta la producción de insulina para compensar esta resistencia. Sin embargo, en algunas mujeres este proceso no ocurre, desarrollándose en ellas una condición de diabetes gestacional, caracterizada por un aumento en el nivel de glucosa en la sangre.
Cuando el bebé está expuesto a grandes cantidades de glucosa mientras aún está en el ambiente intrauterino, existe un mayor riesgo de crecimiento fetal excesivo, es decir, macrosomía fetal y, en consecuencia, partos traumáticos, hipoglucemia neonatal, incluso el riesgo de desarrollar obesidad.
De esta forma, si a la gestante se le diagnostica diabetes gestacional, su bebé también se verá afectado; y una de las formas de percibir esto es a través de los movimientos del pequeño.
Cuanta más glucosa reciba el bebé, más energía tendrá para moverse; por lo tanto, la frecuencia aumenta, pero no por una buena razón.
Entonces, tener un bebé que se mueve mucho en la panza es señal de salud, sí. Pero recorda: no te preocupes si tu bebé es de esos bebés tranquilos. Los padres pueden estimularlos a través de sonidos, comida y luces en el vientre.
Presta atención a los casos en los que el bebé se mueve mucho o se queda quieto, y consulta con tu médico para comprender que está sucediendo.
Por último, disfruta de estos momentos de conversación con tu bebé, porque si en algún momento reduce sus movimientos y está en posición de parto, pronto estarán juntos.

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